lunes, 10 de octubre de 2011

La España "parada"

Acostumbro a recorrer a pié el camino que une mi casa con el trabajo y cada mañana uno puede encontrarse con distintas situaciones que te alegran, te deprimen, te entristecen, etc., en definitiva, momentos de la vida cotidiana de los que uno es actor o espectador. Precisamente quiero contar aquí una de esas acciones en las que he sido espectador y, la verdad, me ha causado indignación y tristeza. A pocos minutos de casa cruzo junto a una obra en la que están construyendo una nueva vivienda y escucho una conversación entre dos de los albañiles que allí trabajan. La conclusión que saco de ella es que uno de los “currantes” está trabajando a la vez que cobra el paro. Al poco de digerir lo escuchado me entra mal humor y empiezo a pensar cuántos de esos casi cinco millones de parados son realmente “parados” y, al igual que el señor de la obra, cobran el paro a la vez que trabajan, o sea, nos estafan. En España el hecho de estafar al Estado, de no pagar impuestos, es algo común y, al parecer, el que paga es porque no tiene dos dedos de frente. Ahora entiendo porqué en este país de risa no ha habido todavía una revolución: en vez de parados tenemos a ladrones de guante blanco. Lo peor de todo es que esta gente, por llamarla de alguna manera, no es en absoluto consciente del daño que está causando a la sociedad y al futuro de sus propios hijos. Entre los grandes estafadores (bancos, políticos y grandes empresarios) y los estafadores de tres al cuarto, el estado de bienestar se está yendo al garete. Cuando el sistema sanitario sea como el de esa “gran democracia” llamada Estados Unidos de América, lloraremos. Necesitamos gente honrada de una vez.

Salud y República

sábado, 28 de mayo de 2011

 Perros del sistema


No hay mucho más que decir tras visualizar las imágenes que a uno le ponen los pelos de punta. Con mucha tristeza e impotencia veía cómo aquellos que juraron defender a sus conciudadanos ahora atentan contra estos mismos, contra su salud y su libertad. Armados con escudos, cascos y porras, los perros del sistema atacaban sin pudor alguno, dando ostias a distro y siniestro, a personas civilizadas cuya única arma de defensa eran sus brazos posados sobre sus cabezas. Decenas de hombres y mujeres sentados sobre el frío suelo de la Plaza de Catalunya recibían duros golpes de la represión fascista de este y, perdónenme la expresión, mierda de país, donde la estupidez de la ignorancia reina por doquier. Cada día me doy más cuenta de hasta dónde podemos llegar los seres humanos y, señoras y señores, se me quitan las ganas de tener hijos porque, sinceramente, no me gustaría que mis descendientes sufrieran en un futuro nada lejano. La rabia y la ira se apoderan de mí en esos instantes de impotencia y, creanme, quizás no me haría responsable de mis actos si estuviera cara a cara con uno de esos hijos bastardos de la represión de estado que le pega a una señora arrodillada sobre el asfalto.
Os odio demonios azules. Os odio súbditos del sistema. ¡Os odio!

La lucha continúa compañeros y compañeras

jueves, 26 de mayo de 2011

Allá en lo alto


Allá en lo alto, un grupo de gaviotas vuelan en círculo sobre una pequeña cala a la que la marea ha dejado bajo mínimos. De vez en cuando, el lomo plateado de un pececillo reluce en la superficie del agua estancada y la gaviota más avispada aprovecha para lanzarse sobre el pobre animal y atravesar, con su afilado pico, al azar, una parte del alargado cuerpo del pescado. Así, durante el tiempo en que la marea está baja, uno a uno van cayendo en las fauces de las aves los inocentes pececitos cuya mala suerte les ha hecho estar atrapados en un oasis de muerte. Ellos no tienen la culpa de haber entrado en un lugar en el que antes el agua rebosaba y ahora una barrera natural de dura piedra los rodea, acabando con cualquier intención de escapatoria. Y esta situación la aprovechan esas gaviotas que revolotean, cual ave de rapiña, en busca de los despojos de la desgracia. Gaviotas por bancos y ciudadanos por peces. Un simil perfecto.

¡Ánimo peces!

domingo, 22 de mayo de 2011

Que no sea un Mayo francés


Han pasado 7 días ya desde que el 15 de Mayo de 2011 el pueblo hablara. Mucha gente pensó que ese movimiento se quedaría ahí, el 15 de Mayo, pero eso no ocurrió. Cada día, desde entonces, más voces se han unido al clamor popular y ahora somos muchos y sobre todo, muchos con ganas de cambiar esta sociedad que durante las últimas décadas ha ido cayendo en la más absoluta indiferencia. Hablaban de generación ‘Ni-ni’, jóvenes que no movían un ápice de su cuerpo ni de su mente por nada, pero se ha demostrado que no es así, que los jóvenes están realmente molestos con la situación en la que estamos inmersos y tienen todas las ganas del mundo de cambiar las cosas. Y no solo los jóvenes se han unido a esta revolución, sino también personas de todas las edades. El 15 de Mayo nació pacífico y sincero, fuerte y honrado, pero hoy, más que nunca, necesita dar un golpe de efecto al sistema. Compañeros y compañeras, no podemos dejar que nuestras fuerzas flaqueen. Por eso, quiero hacer un llamamiento a todos los trabajadores y trabajadoras de este país para que se unan a nuestro movimiento, que se contagien de nuestros ideales y luchen también por sus derechos. Con ellos y ellas podemos llevar más allá estas protestas y convocar una, dos, tres…Huelgas Generales. El sistema se sustenta gracias a nuestro esfuerzo y trabajo y qué mejor manera de golpear a este sistema hambriento de capital que quitándole el pan. Basureros que no recogen la basura, maestros que no enseñan, transportistas que no llevan los alimentos de un lugar a otro, médicos que no atienden a sus pacientes, etc. ¿Os imagináis?



Compañeros y compañeras, tenemos el poder en nuestras manos y en mi opinión, sería una muy buena manera de comenzar a canalizar nuestros deseos hacia una realidad.



Gracias por todo.



¡La lucha continua!

viernes, 20 de mayo de 2011

Por una Democracia real, ¡HUELGA GENERAL!

miércoles, 20 de abril de 2011

A favor de los trabajadores de "La Voz de la Calle"

Antonio Olvera Calderón "Paterr"


17/04/2011
 
Bajo el titular "Teodulfo Lagunero explota, desprecia y engaña a los trabajadores de La Voz de la Calle", los trabajadores de dicho medio organizados en Asamblea, informan de cómo la empresa ha rebajado las condiciones del acuerdo verbal al que se había llegado. Desde este humilde y discreto rincón, quisiera mandarle a los trabajadores todo mi apoyo, así como dirigir toda mi repulsa a quienes usan herramientas neoliberales para manejar las ilusiones de las personas honradas.
En cierto modo me ha recordado, salvando las distancias, a mi periodo como redactor en el medio digital "La Democracia". Si bien en un primer momento rechacé la propuesta de dirigirlo, luego me postulé como "Defensor del Lector" para luego actuar como mero redactor de noticias (sobre todo del ámbito de Cadiz y Granada). Esta experiencia terminó cuando el propietario del dominio (a pesar de haber anunciado que dejaba el medio) decidió despojarnos, sin previo aviso, de las claves de acceso al área de redacción, y modificó sin ninguna aclaración el aspecto y la línea editorial. Todo este cambio se produjo cuando una serie de personas estábamos en proceso de creación del medio, que incluía una financiación que permitiera a los colaboradores recibir una remuneración por el trabajo que se realizaba. Una vez más, la ilusión que teníamos por un medio alternativo, se vio truncada. Tras comprobar que a la dirección del medio se había "impuesto" una personalidad ficticia llamada "Rosa María Poveda", decidí apartarme de todo aquello (tampoco me quedaba otra opción).
Ahora, una vez más, la ilusión de un grupo de trabajadores se ve frustrada por una absoluta e insultante falta de previsión. Cuando anunciaron en un primer momento que el periódico no salía por "problemas informáticos", muchos ya sospechábamos que el proyecto no prosperaría tal y como nos habían vendido. No es la primera vez que se anuncia a bombo y platillo un "gran evento" para luego quedarse en nada. Desgraciadamente, las circunstancias de "La Voz de la Calle" están siendo mucho más graves.
Desde mi experiencia en "La Democracia", no creo en proyectos "invisibles" de corte personalista creados "desde arriba". El proceso de elaboración colectiva exige tener los pies en la tierra, cimientos sólidos y unos engranajes bien engrasados a través de lo que se conoce como "fórmulas lícitas de autogestión".

Espero y confío que, sea cual sea el desenlace del medio nonato "La Voz de la Calle", éste sea todo lo favorable a los trabajadores. Ni un paso atrás.

viernes, 1 de abril de 2011

Un respiro


La Naturaleza acaba con los débiles y sobreviven los fuertes. Los unos, exhalando su último aliento, intentan rapiñar unas migajas de lo que han conseguido después de una dura caza mientras los otros disfrutan del festín sin más que echar mano de un leve gruñido para alejar la competencia. 

Cuando el capitalismo voraz destierra a un eterno exilio a cientos de miles de seres humanos sin ni siquiera migajas que rapiñar, se emula grandemente el ejemplo que nos brinda la propia Naturaleza. Los hoy llamados “neocon” justifican el fondo y la forma de este sistema mediante esta misma comparativa. Podría parecer razonable pensar que hemos llegado a donde estamos porque la evolución nos lo ha dictado, pero precisamente la evolución nos ha dado la herramienta necesaria para acabar con este comportamiento más parecido al de un grupo de hienas hambrientas que al de un conjunto de seres humanos: la razón. 

Pero el capitalismo posee armas muy potentes, de destrucción masiva, como las que nunca encontraron en Irak. Y una de ellas se mantiene en primera línea de fuego en casi cada hogar de este mundo: la televisión. La proliferación de canales y programas de entretenimiento es como un virus que se multiplica sin cesar, siguiendo siempre unos mismos patrones y acabando lentamente con cada una de las células que invade. Estas células, al igual que nuestras casas, se acaban llenando de copias del virus hasta que revientan. Los programas del corazón, los telediarios manipulados, los concursos en los que supuestamente puedes ganar nada menos que un millón de euros y un largo etcétera acaparan la parrilla televisiva e inundan el cerebro con consignas absurdas. Con todo ello, la razón se va apagando y el objetivo se va cumpliendo. No es el única arma que usa el capital, pero es una de las más efectivas. 

A pesar del continuo bombardeo en los medios de comunicación a veces surgen iniciativas muy interesantes que dejan entrever la luz de la razón en este mundo de tinieblas. Es el caso del nuevo diario La Voz de la Calle, que nos da un respiro entre tanta paparruchada. Con este proyecto se espera obtener respuesta donde debe de estar, en la calle, entre la gente con valores, esperanza y ganas de dar un vuelco y convertir el patio particular de las entidades bancarias en un patio público y justo. Ojalá el interés de este noticiario sea de verdad el de cambiar las mentes y mover los corazones y no se acabe convirtiendo en un instrumento más del sistema, como pasó con algún que otro diario. 

Usemos la razón, seamos solidarios.

Suerte.

Juan Pablo Segovia Gutiérrez

domingo, 6 de marzo de 2011

Eppur si mauri*

(o por qué la muerte de un inocente no tendría por qué enseñarnos que el mundo puede cambiar)


Pablo Jones Medina / Fran Hidalgo Carmona**

(Colectivo Encuentros Moraos)

La República

05/03/2011

Varios, cientos, miles y millones de personas han visto, oído, leído y sabido estos días de las últimas revueltas árabes. Con la vista acostumbrada del que ve morir a palestinos, a iraquíes y a afganos -a “moros de esos de allá a lo lejos”-, a las tres de la tarde mientras come con la familia, más allá de la sangre, los coches quemados y los cristales hechos añicos, nos topamos con el súbito interés de los medios porque nos alegremos de que las libertades de Occidente se acerquen a los incivilizados países árabes.


No son las primeras insurrecciones: Sin retroceder muchos meses en el calendario, aún recordamos la huelga de hambre de Aminatu Haidar y los vídeos del campamento de Gdeim Izik. No obstante, esta vez ha sido otro cadáver el que ha salido en portada: el de Mohamed Bouazizi. Deseoso de alimentar a sus hermanos pero impotente ante los sobornos que le imponía la policía de Sidi Bouzid (Túnez) para montar su puesto de frutas, se inmoló a lo bonzo el pasado mes de diciembre. Su agonía, la gota que colmó el vaso, levantó a su país: A pesar del repentino interés de las autoridades porque se llevara el mejor de los tratamientos y se recuperara pronto, Bouazizi murió tres semanas después. Desde entonces, las noticias han hablado claro: El pueblo tunecino, paso a paso, ha expulsado al dictador Zine Ben Alí. Además, su aliento ha alcanzado a Jordania, Bahréin, Marruecos, Argelia… y Egipto, donde Hosni Mubarak se ha marchado con el rabo entre las palas del helicóptero, y Libia, donde Muammar Gaddafi recuerda cada vez más al Adolf Hitler de “El Hundimiento”.


Sin saber a qué esperan los nuevos gobiernos para que estas gritadas democracias dejen de ser negro sobre blanco, los ciudadanos siguen en las calles, exigiendo que aquello por lo que se ha luchado no se pierda y demostrando que ‘quien no llora, no mama’.


Mientras tanto, en esta orilla del Mediterráneo, en la que disfrutamos del agua caliente, las ventanas aislantes y los teléfonos de última generación, seguimos comentando la última salida de tiesto de José Mourinho o las ordinarieces de Belén Esteban, sea defendiéndolos como estrambóticos marujos o rasgándonos las vestiduras como gafapastas. Enganchados a los televisores que nos crean opinión sobre los temas que nos tienen que comer la cabeza, permanecemos como zombis en el sofá de casa, sin apenas plantearnos por qué viven así esos que mandan con tantos ceros de más y tantas cuentas fuera del país. ¿Por ejemplo? El equivalente español de Ben Alí, nuestro Juan Carlos I, el Campechano.


Y a este lado de la barrera, donde los ceros sólo son de color rojo, nadie en la calle, con un discurso comprensible y cercano, critica cuánto de razón hay en lo que nos cuentan: Malditas las huelgas generales, que interrumpen el derecho al trabajo (Nadie habla de dignidad. Lo principal es tener una nómina para justificar la hipoteca) y donde los piquetes golpean a los clientes de los bares; malditos todos los sindicatos, que cobran las subvenciones del Estado para no dar un palo al agua; malditas las prestaciones por desempleo, que promocionan que los parados se sienten en casa sin buscar empleo…


Cuando toca hablar de los que ponen su grano de arena en cambiar nuestra situación para bien, lo que toca es echarles toda la mierda por encima y resaltar que, si uno es malo, los de su especie son peores. Cuando toca hablar de los recortes, de todos los recortes, lo que toca es mirar a otro lado: Se nos inculca que gastamos mucho en médicos y, obviando que ya los pagamos con nuestros impuestos, que tenemos que volver a pagarlos; se nos manipula con los bajísimos niveles académicos y con las faltas de un sistema educativo que, cada vez, recibe menos dinero y que, como las modas, vacía los temarios con el nuevo ministro de la temporada; se nos insiste en la imperiosa necesidad de construir dantescas infraestructuras mientras las ciudades siguen congestionadas por centenares de automóviles.


En esta orilla del Mediterráneo, la esperanza del 26 (y 27) de enero se silenció o criminalizó, los actos del Popolo Viola italiano se desconocen fuera de los Alpes y las manifestaciones de Grecia forman parte de una olvidada desazón colectiva. Queremos las cosas en el momento, pero tenemos que saber que ni a la primera ni a la segunda se consiguen los mejores resultados. Y ahora estamos en el camino de ser algo más que una papeleta en las urnas. Ahora que somos más los que nos estamos informando por otras nuevas vías, ahora que somos nosotros los malos de su película, ahora que los trabajadores árabes están pidiendo lo que les corresponde, ¿a qué esperamos para hacer de Cibeles, de Canaletas o de la Puerta de Jerez nuestra plaza Tahrir?


* El uso del término mauri, plural del italiano mauro o, en castellano, moro, se utiliza para “designar, sin distinción clara entre religión, etnia o cultura; a los naturales del Noroeste de África o Magreb”. Vaya por delante que, a pesar de su uso peyorativo, no es esa la intención.


** Los autores son socios de la Plataforma de Ciudadanos por la República de Granada y miembros del Colectivo Encuentros Moraos.


http://www.larepublica.es/spip.php?article23418

martes, 1 de marzo de 2011

Entrevista a Roque Hidalgo Álvarez

Juan Pablo Segovia Gutiérrez / José María García Labrac*

Entrevista también publicada en el diario digital LaRepública.es

(Colectivo Encuentros Moraos)



El protagonista de nuestra entrevista, Roque Hidalgo Álvarez, nació en La Carolina (Jaén) un 17 de julio del año 1952. Cuenta pues en la actualidad con 58 primaveras.
Cuando se le pregunta por su infancia y juventud, remarca con especial firmeza su condición de estudiante sempiterno en centros públicos de enseñanza (Escuela Unitaria, Instituto Técnico de La Carolina, Universidad Laboral de Alcalá de Henares, Universidad de Granada).
Trabajador de la enseñanza ya en 1975, fue representante del movimiento de los PNN (Profesores No Numerarios) desde ese mismo año hasta 1979. Participó además en la fundación del sindicato de enseñanza de Comisiones Obreras en 1977.
En su currículum profesional figura que es licenciado en Ciencias- Sección Química (1975) y doctor en Ciencias -Sección Física (1979) por la Universidad de Granada (UGR). Desde 1992 es, además, catedrático de Física Aplicada en la propia Universidad granadina. Durante su larga trayectoria científica y educativa ha dirigido 21 Tesis Doctorales y ha publicado 215 artículos de investigación en revistas internacionales. Entre 1986 y 1988 fue vicedecano de la Facultad de Ciencias de la UGR, institución donde continúa impartiendo su magisterio a día de hoy.
Es miembro del comité editorial de varias revistas científicas internacionales y ha colaborado en diversos medios de comunicación alternativos, opinando particularmente sobre cuestiones educativas .
En materia política ha estado siempre vinculado al Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE), participando activamente en el movimiento de solidaridad con la Revolución Bolivariana de Venezuela, a través de la Plataforma Simón Bolívar de Granada.
En cuanto al ámbito de la causa republicana, es socio de la Plataforma Cívica por la República de Granada, veterana asociación ciudadana que integra la Coordinadora Republicana de Granada, junto a otros colectivos como el sindicato USTEA, la Plataforma de Ciudadanos por la República, la Asociación por la Verdad, Justicia y Reparación, el Partido Comunista de Andalucía (PCA) o UCAR-Granada.



Roque Hidalgo nos recibe amablemente en su despacho del campus universitario de Fuentenueva, a media mañana de una jornada de principios de febrero de 2011.
Los rayos de sol que atraviesan la ventana del despacho mitigan en parte el martilleo incesante de las obras del Metro en la cercana calle Severo Ochoa.



¿Desde cuándo milita en el movimiento republicano? ¿Cuándo comprendió que el actual régimen borbónico es perjudicial para los destinos de España?



Ser antifranquista en la época en que yo era joven era lo mismo que ser republicano. Por ejemplo, a finales de los años sesenta, nadie que fuera demócrata consideraba como salida al régimen franquista una nueva Restauración Borbónica. El golpe de estado de 1936 violentó un sistema democrático que todos los que luchábamos activamente por el fin del franquismo pensábamos sería recuperado una vez que el franquismo fuera derrotado políticamente. Aunque no son muy fiables existen encuestas realizadas a mediados de los setenta en las que se aseguraba que el 75% de la población española pensaba que la República sería de nuevo el sistema político.



¿Qué opinión le merece la institución monárquica en general, y la borbónica en particular?



Después de la Gran Guerra, también llamada 1ª Guerra Mundial, la inmensa mayoría de las monarquías existentes en Europa desaparecieron para dar paso a sistemas de gobierno republicanos. Se asociaba el régimen de injusticia social y de opresión nacional en los viejos imperios a la figura de Reyes y Emperadores. En España ese proceso se dilató unas décadas pero tuvo el mismo fin. La proclamación de la 2ª República Española fue un acto de júbilo popular como es difícil encontrar otro en la historia de España.
Se daba por finalizado un régimen político que había empobrecido a la mayoría de la población y generado unas desigualdades sociales y regionales grandísimas. Todo el mundo sabe que no existe ninguna razón racional para mantener un sistemas hereditario que se remonta a cuando el poder del Rey era "designio divino". En una sociedad que valora el mérito como único mecanismo para progresar económica y socialmente mantener un vínculo de herencia es un anacronismo difícil de aceptar.



¿Considera que se puede avanzar hacia la Tercera República utilizando los instrumentos reformadores de la Constitución de 1978?



Lo que necesitamos ahora, como decía hace unos días el profesor de Historia Josep Fontana, es un programa de reformas que beneficie a la mayoría de la población en temas económicos y frene la ofensiva neoliberal que está empobreciendo a la clase obrera e incluso a las llamadas clases medias. Lo demás se podrá resolver con un simple ERE aplicado a la Casa Real.



Como hombre de Ciencia y republicano que es, ¿nos podría dar algún retazo acerca del republicanismo presente dentro del ámbito científico durante la Segunda República?



Este tema me resulta apasionante. La clave del pensamiento racional como contrapuesto al pensamiento mágico hay que buscarla en la Institución Libre de Enseñanza (ILE) que intentó romper con el aislamiento que la ciencia española sufría a mediados del siglo XIX. Los avances que se producen la ciencia española a finales del siglo XIX y principio del XX vienen de la mano de los llamados "institucionistas". La llamada era de plata de la ciencia española es posible gracias a la labor realizada por la ILE. Son muchos los avances producidos en esos 60 años pero me gustaría citar la creación del Instituto Nacional de Física y Química que finalmente pudo ser inaugurado en febrero de 1932 bajo la dirección del profesor Blas Cabrera Felipe. Las posibilidades científicas que existían entonces eran enormes porque había verdaderos maestros en todos los campos emergentes de la Ciencia, por citar algunos: Biología molecular, Electromagnetismo, Física teórica, Química orgánica, etc. Al franquismo se debe también nuestro subdesarrollo científico y el retraso que todavía arrastramos en la innovación científico-técnica. Perdimos una oportunidad única de estar en la punta de lanza del desarrollo científico-técnico en el que se basan las económicas productivas de Europa.



Siendo usted un reconocido militante de una asociación republicana integrada en la Coordinadora Republicana de Granada, ¿Qué pasos estima necesarios para lograr una unificación del movimiento republicano en nuestra provincia?




También en el tema de la actividad política dentro del pluralismo de ideas y tácticas tenemos mucho que aprender de nuestros amigos latinoamericanos. El Frente Amplio del Uruguay agrupa a más de 30 organizaciones políticas de muy diferente tipo y tamaño. La unidad se construye día a día con el trabajo político basado en el respeto y la solidaridad, la hegemonía se logra con la gente. No creo que sea una prioridad la unificación del movimiento republicano. Un partido como Izquierda Republicana, el partido de Azaña, se creó después de la proclamación de la 2ª República. El proceso histórico a veces es más complejo de lo que pensamos a priori. Nuestra prioridad debe ser en este momento dar respuesta a los muchos desafíos que nos plantea el neoliberalismo y su inmensa capacidad de robar los escasos recursos económicos de la gente y esquilmar el planeta Tierra.



¿Cuál sería el programa de mínimos que su asociación aceptaría como documento de partida para la constitución de una plataforma unitaria de la causa republicana en Granada?



No hay programa mínimo porque la actividad de la Coordinadora Republicana de Granada está demostrando que podemos hacer muchas cosas juntos sin pertenecer todos a la misma asociación.



¿Cómo imagina usted la Tercera República Española?



La imagino como un sistema político en el que existirá participación ciudadana en las decisiones importantes que tanto afectan a nuestra vida diaria. Un sistema basado en la honestidad, el trabajo y la justicia.



P.D.: Agradecemos especialmente la colaboración y la atención del compañero y amigo Roque Hidalgo, el cual facilitó esta entrevista cediéndonos su tiempo y su palabra.



* Los autores son socios de UCAR-Granada y miembros del Colectivo Encuentros Moraos.