miércoles, 20 de abril de 2011

A favor de los trabajadores de "La Voz de la Calle"

Antonio Olvera Calderón "Paterr"


17/04/2011
 
Bajo el titular "Teodulfo Lagunero explota, desprecia y engaña a los trabajadores de La Voz de la Calle", los trabajadores de dicho medio organizados en Asamblea, informan de cómo la empresa ha rebajado las condiciones del acuerdo verbal al que se había llegado. Desde este humilde y discreto rincón, quisiera mandarle a los trabajadores todo mi apoyo, así como dirigir toda mi repulsa a quienes usan herramientas neoliberales para manejar las ilusiones de las personas honradas.
En cierto modo me ha recordado, salvando las distancias, a mi periodo como redactor en el medio digital "La Democracia". Si bien en un primer momento rechacé la propuesta de dirigirlo, luego me postulé como "Defensor del Lector" para luego actuar como mero redactor de noticias (sobre todo del ámbito de Cadiz y Granada). Esta experiencia terminó cuando el propietario del dominio (a pesar de haber anunciado que dejaba el medio) decidió despojarnos, sin previo aviso, de las claves de acceso al área de redacción, y modificó sin ninguna aclaración el aspecto y la línea editorial. Todo este cambio se produjo cuando una serie de personas estábamos en proceso de creación del medio, que incluía una financiación que permitiera a los colaboradores recibir una remuneración por el trabajo que se realizaba. Una vez más, la ilusión que teníamos por un medio alternativo, se vio truncada. Tras comprobar que a la dirección del medio se había "impuesto" una personalidad ficticia llamada "Rosa María Poveda", decidí apartarme de todo aquello (tampoco me quedaba otra opción).
Ahora, una vez más, la ilusión de un grupo de trabajadores se ve frustrada por una absoluta e insultante falta de previsión. Cuando anunciaron en un primer momento que el periódico no salía por "problemas informáticos", muchos ya sospechábamos que el proyecto no prosperaría tal y como nos habían vendido. No es la primera vez que se anuncia a bombo y platillo un "gran evento" para luego quedarse en nada. Desgraciadamente, las circunstancias de "La Voz de la Calle" están siendo mucho más graves.
Desde mi experiencia en "La Democracia", no creo en proyectos "invisibles" de corte personalista creados "desde arriba". El proceso de elaboración colectiva exige tener los pies en la tierra, cimientos sólidos y unos engranajes bien engrasados a través de lo que se conoce como "fórmulas lícitas de autogestión".

Espero y confío que, sea cual sea el desenlace del medio nonato "La Voz de la Calle", éste sea todo lo favorable a los trabajadores. Ni un paso atrás.

viernes, 1 de abril de 2011

Un respiro


La Naturaleza acaba con los débiles y sobreviven los fuertes. Los unos, exhalando su último aliento, intentan rapiñar unas migajas de lo que han conseguido después de una dura caza mientras los otros disfrutan del festín sin más que echar mano de un leve gruñido para alejar la competencia. 

Cuando el capitalismo voraz destierra a un eterno exilio a cientos de miles de seres humanos sin ni siquiera migajas que rapiñar, se emula grandemente el ejemplo que nos brinda la propia Naturaleza. Los hoy llamados “neocon” justifican el fondo y la forma de este sistema mediante esta misma comparativa. Podría parecer razonable pensar que hemos llegado a donde estamos porque la evolución nos lo ha dictado, pero precisamente la evolución nos ha dado la herramienta necesaria para acabar con este comportamiento más parecido al de un grupo de hienas hambrientas que al de un conjunto de seres humanos: la razón. 

Pero el capitalismo posee armas muy potentes, de destrucción masiva, como las que nunca encontraron en Irak. Y una de ellas se mantiene en primera línea de fuego en casi cada hogar de este mundo: la televisión. La proliferación de canales y programas de entretenimiento es como un virus que se multiplica sin cesar, siguiendo siempre unos mismos patrones y acabando lentamente con cada una de las células que invade. Estas células, al igual que nuestras casas, se acaban llenando de copias del virus hasta que revientan. Los programas del corazón, los telediarios manipulados, los concursos en los que supuestamente puedes ganar nada menos que un millón de euros y un largo etcétera acaparan la parrilla televisiva e inundan el cerebro con consignas absurdas. Con todo ello, la razón se va apagando y el objetivo se va cumpliendo. No es el única arma que usa el capital, pero es una de las más efectivas. 

A pesar del continuo bombardeo en los medios de comunicación a veces surgen iniciativas muy interesantes que dejan entrever la luz de la razón en este mundo de tinieblas. Es el caso del nuevo diario La Voz de la Calle, que nos da un respiro entre tanta paparruchada. Con este proyecto se espera obtener respuesta donde debe de estar, en la calle, entre la gente con valores, esperanza y ganas de dar un vuelco y convertir el patio particular de las entidades bancarias en un patio público y justo. Ojalá el interés de este noticiario sea de verdad el de cambiar las mentes y mover los corazones y no se acabe convirtiendo en un instrumento más del sistema, como pasó con algún que otro diario. 

Usemos la razón, seamos solidarios.

Suerte.

Juan Pablo Segovia Gutiérrez